Las ‘passivhaus’ se han convertido en toda una revolución gracias a los múltiples beneficios económicos y de salud que aportan a sus habitantes.
Lograr la temperatura idónea y administrar el gasto energético puede ser un quebradero de cabeza para las familias.
En muchos de nuestros hogares derrochamos energía en pequeños gestos difíciles de apreciar, pero existen construcciones que mejoran la eficiencia energética y reducen el consumo de energía sin renunciar a nuestras necesidades básicas. Este es el caso de las casas pasivas o passivhaus.
Una casa pasiva es un tipo de construcción que utiliza recursos de arquitectura bioclimática, por lo que está diseñada teniendo en cuenta las condiciones climáticas y aprovechando al máximo los recursos disponibles, siguiendo unos criterios específicos que deben seguirse si se desea obtener la certificación.
El autoconsumo fotovoltaico suele ser uno de los elementos clave en este tipo de proyectos.
Los principios básicos del estándar Passivhaus son un excelente aislamiento térmico, para una buena protección ante las diferencias climáticas entre verano e invierno, y adaptado según la climatología de la zona. También destaca la buena planificación de la climatización y la obtención de la máxima cantidad de energía de fuentes renovables.
En la climatización de de viviendas Passivhaus es también imprescindible el uso de Aerotermia.
¿Qué es la aerotermia?
La aerotermia es un modelo de climatización basado en la extracción de la energía contenida en el aire que nos rodea. Puesto que dicha energía es inagotable, pues se regenera por medios naturales, podemos considerar que se trata de un tipo de energía de fuentes renovables.
El alma de una instalación aerotérmica es la bomba de calor aerotérmica. Una bomba de calor es capaz de lograr la temperatura perfecta para cualquier tipo de local o recinto, tanto en invierno como en verano, pudiendo también producir agua caliente sanitaria; y todo ello de una forma sencilla, económica y respetuosa con el medio ambiente.
Coeficiente de eficiencia
El COP, o coeficiente de eficiencia, es el índice que relaciona el calentamiento o enfriamiento proporcionado por una bomba de calor y la electricidad consumida para su funcionamiento. Es, pues, un valor que nos habla del rendimiento del aparato.
Las bombas de calor tienen un COP mayor que la unidad, es decir, dan, literalmente, más energía de la que consumen. Esto se debe a que, al contrario que con los sistemas basados en la combustión, que transforman energía de forma química, la bomba de calor se limita a transportarla de un lugar a otro.
Es por eso que con la Aerotermia se consiguen ahorros tan importantes: la energía con la que calentamos o refrescamos nuestra casa es 100% gratuita; solamente debemos pagar por la electricidad que utiliza el aparato para tomarla de un lugar y liberarla en otro, que por suerte es muy poca.